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lunes, 30 de mayo de 2011

INSIDE SOL

Malas noticias desde el paraíso.

Escuché demasiadas voces asustadas en las dos últimas asambleas generales del 15-M celebradas en La Puerta del Sol. Las esperaba, esa es la verdad, aunque no tan pronto.
Demasiados detalles extraños e impensables hace unos pocos días. Demasiadas veces fueron repetidos los inconvenientes y riesgos de permanecer en la plaza... y ni una sola vez nos hablaron de las ventajas.

¿Hasta cuando va a durar la acampada? Esa es la pregunta del millón... del millón de respuestas.

Hasta que se retiren los cargos (que podrían conllevar penas de entre seis y ocho años de cárcel) sobre las personas que simplemente reclamaban sus derechos en una plaza pública.

Hasta que no sean apartados de la política los transfugas e imputados (cosa que por otra parte ocurre en cuanto un político infringe esa inconstitucional norma de la disciplina de voto)

Hasta que no se modifique nuestra injusta y pervertida ley electoral.

Hasta que no se amplíe el ridículo (14%) porcentaje del PIB destinado a gasto social.

Hasta que el miedo, el desánimo, la falta de un objetivo concreto, o la abnegada tarea de los “infiltrados” hagan su trabajo y mine los cimientos de este destartalado reino.

Hasta que... el número de personas allí congregadas sea manejable por una eficiente carga policial.

...

Reconozco que es muy fácil opinar sobre la permanencia de la acampada desde la comodidad del recién duchado y recién levantado de un colchón viscolatex. Reconozco también la interminable lista de sólidas razones para marcharse de la plaza, y ante todas ellas, solamente tengo un vaporoso e irrazonable sentimiento.

Ese que ha hecho recortar miles de soles de cartón pintados de amarillo y con la palabra “SOL” escrita en castellano. Esos soles alumbran ya infinidad de plazas en todo el mundo, se han convertido en ese necesario emblema que tanto busca el que se acerca a algo por primera vez, un símbolo propio sin conexión y sin deuda alguna con todo lo anterior.

Pues bien, parece ser que una vez encontrado, ha de ser apartado del foco.

Nadie con dos dedos de frente puede negar que la acampada ha de ser remodelada, pero no para debilitarla, sino para hacerla más operativa y menos problemática. Siempre sin perder su apariencia externa, pero adecuándola lo más posible a la comodidad de los que allí duermen y trabajan

Cansancio, inminente desalojo por la fuerza, falta de alimentos, inseguridad... afirman los que presentan las propuestas que Sol es un proyecto agotado. Me repito. En la asamblea general del pasado Domingo se leyeron las razones para marchar hasta en cuatro ocasiones... pero ni una sola vez nombraron una sola razón para quedarse.

A los moderadores y portavoces de ese mensaje permanentemente catastrofista les recomendaría releer alguno de los muchos carteles repartidos por el campamento: "Si te sientes cansado, superado por las circunstancias, vete a casa. Si te sientes imprescindible, no vuelvas"
Es un magnífico consejo, y toda una filosofía vital.
Y puestos a recomendar, añadiría que no se conviertan en conductores de opinión, que almacenen y ordenen, pero que se mantengan siempre en su papel de simples transmisores.
Que no filtren las intervenciones y no insulten a quien pide la palabra preguntándole qué es lo que va a decir antes de cederle el micrófono.
Que se olviden de la sempiterna respuesta ante cualquier critica “¡Eso ya ha sido aprobado en asamblea!”
Que deleguen y no permanezcan, y si no encuentran a nadie que les sustituya, no sufran. Prueben a dejar el megáfono, la libreta, y el lápiz en el suelo. Les aseguro que a no tardar, alguien lo recogerá y todos se lo agradeceremos.

Además les recomendaría ver este vídeo, (y escuchar la letra también) es el remedio ideal para ese ataque de “urgente remodelación” del que algunos parecen presos.


Let the SOL in from Arianne Sved on Vimeo.


Berlín, París, Barcelona, Sevilla, Atenas... cientos de miles que pronto serán millones reclamando lo que les han arrebatado, y todos mirando de reojo a lo que ocurre en Sol, y todos soportando golpes y gases lacrimógenos, y todos convencidos de que no cabe el paso atrás porque nos lo jugamos todo.
Y mientras eso sucede nosotros (Sol) proponemos la posibilidad de reducir esta explosión de lucidez a un kiosco turístico, a una mínima expresión que no tardará en ser barrida por una carga policial.

Permanezcamos alerta ante cualquier señal de control interno o externo, reservemos una pequeña parte de nuestro entusiasmo para eso que llamamos “espíritu crítico”. No dejemos que el movimiento 15-M se convierta en una moderna versión de la gloriosa infantería, aquella que jamás retrocedía, que simplemente daba media vuelta y continuaba avanzando.
Rechacemos de plano esa perniciosa costumbre de conceder el uso de la palabra sólo a las opiniones pertinentes, desconfiemos de esos grupos compuestos por seres invisibles e innombrables (comisión de permanencia) que se reúnen en secretos lugares, de sus propuestas sesgadas, de todo lo que nos aleje de aquella Puerta del Sol colmada de hombres y mujeres exigiendo lo que es suyo.

Lo digo alto y claro... y arrasado por dentro de pura desilusión:
Nos están robando el movimiento, si es que no lo han hecho ya.
Cometimos el error de consentir el vaciado completo. Bien hicimos en sacar a los partidos políticos de la Puerta del Sol pero nos equivocamos al no guardar en el bolsillo un pedacito de ideología.
Con unas migajas habría bastado para reaccionar a un discurso de apertura en una asamblea general en el que se reafirma la insignificancia del individuo y la divina trascendencia del grupo (véase 1984), la obligación sagrada de construir y no destruir (criticar). La seguridad que proporciona el que las propuestas más trascendentes nos lleguen desde un ignoto cuarto oscuro habitado por seres sin rostro. El constante filtrado de opiniones en aras de una mayor fluidez asamblearia...
Todo esto, por si alguien ha olvidado la palabra, se llama fascismo.

“... Esperanza sueña también con un flautista que se lleve detrás de su música a los acampados, mejor las flautas que las porras ...” (Moncho Alpuente – El País - 01/06/2011)

No propongo una caza de brujas ni llamo a ningún Torquemada, pero si aún estamos a tiempo, pido una total y absoluta reestructuración, no de los palos y lonas, sino de las personas.
No a los filtros en los turnos de palabra. No a los megáfonos descansando entre los pies del moderador. No a las comisiones secretas porque no las necesitamos, todas las cartas y todas la manos sobre la mesa. No somos delincuentes, ni terroristas, ni pretendemos nada que no sea nuestro.
Por estos y otros mil motivos, no necesitamos de rincones oscuros.
Lo nuestro es la luz de Sol.

sábado, 28 de mayo de 2011

LOS HOMBRES DE NEGRO

Intento comprender.
Es una buena costumbre que he adquirido con los años antes de empezar a odiar.

Sé muy bien que no es la primera vez y que muy posiblemente volverá a ocurrir, por eso llevo un tiempo dándole vueltas y más vueltas a lo sucedido en La Plaza de Cataluña. Quiero dar con la explicación, el motivo que puede impulsar a un ser humano a golpear salvajemente y con saña a personas desconocidas e indefensas.

La violencia es un instrumento. Es algo que se reproduce constantemente en la naturaleza, es esa cuchilla que en manos de un cirujano salva una vida y la arrebata en manos de un asesino.
Nadie en su sano juicio renegaría de la violencia empleada para rescatar a una mujer de manos de un maltratador, nadie reprocharía un proporcionado acto de fuerza que impida una tragedia irreparable. Lo que no es comprensible ni tolerable es el ensañamiento, la crueldad gratuita ejercida bajo la impunidad y el amparo de un poder público.

¿Es culpable quien ordena ejercer esa violencia innecesaria? Por supuesto que lo es. Pero a mí más me preocupa la mano ejecutora de esa orden. La materia que la compone y las razones que la mueven.
Al fin y al cabo, es mucho más sencillo levantar un teléfono que alzar un brazo armado ante un rostro que suplica.

Quisiera conocer el modo en que se construye un monstruo, un hombre que por un momento renuncia a lo que le hace humano. Desearía descubrir el proceso por el que alguien que se supone lleva una vida normal, es transformado en una bestia sin rastro de compasión.

Contemplo la imagenes y pruebo a poner un rostro en uno de esos uniformes negros, le intento imaginar llevando a sus hijos al colegio, cogiendo las vueltas que le ofrece la cajera del supermercado, dando los buenos días a un vecino que cruza en la escalera, regresando a casa tras un día de trabajo y besando a su mujer... pero no puedo.
Nadie que sea capaz de algo como lo que se ve en estos vídeos puede tener una vida normal.
A estas alturas, ni el más truculento guión de cine nos intentaría hacer creer que quien tortura y agrede sin motivo aparente en horario de trabajo pueda de repente mantener una existencia al uso y convertirse en ciudadano ejemplar. Más bien dibujaría a estos terribles personajes dentro de una historia oscura y desquiciada, tal vez como a un peligroso psicópata, el resto de un antiguo y tétrico manicomio.
No puedo imaginar lo que empuja a un hombre mentalmente sano cuando acepta un trabajo de ese tipo, todos hemos de ganarnos la vida, pero hay casos en que fregar letrinas es toda una opción.

Hago constar que utilizo la palabra "psicópata" en su acepción más científica y rigurosa:
"Los psicópatas no pueden empatizar ni sentir remordimientos, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos, la satisfacción de sus propios intereses"

Sigo intentando comprender.
Pero no es algo sencillo.

¿Qué pensarán mientras golpean a una chiquilla acurrucada contra el suelo? ¿Se obligarán a verla como un terrible enemigo? ¿Se repetirán a sí mismos alguna clase de consigna que nuble su vista y azuce su odio?

Los gritos.

¿Qué harán con los gritos que les suplican parar? ¿Los transformarán en amenazas? ¿Cómo se acalla el lamento de aquél al que se acaba de abandonar en el suelo y malherido?

Y lo más importante.

¿Cuándo parar? ¿Cuál es la la medida justa y necesaria? ¿Cuantas veces se ha de lanzar un golpe de porra antes de buscar una nueva víctima? ¿Dónde está el límite entre "la correcta intervención" y la tortura? ¿Será un parte médico aceptable? ¿Será la frontera la muerte?








¡Un momento!
Ahora lo entiendo... no son personas.
Tras esas viseras semitransparentes no está el rostro de un ser humano.
Son otra cosa...

viernes, 27 de mayo de 2011

GRACIAS A TODOS

Estimados ciudadanos:
Antes de nada, nuestro más sincero agradecimiento a todos cuantos participasteis en las pasadas elecciones, sagrada ceremonia de esta nuestra democracia, verdadera salvaguarda de los derechos y libertades de todos y cada uno de nosotros.
Vosotros fuisteis con vuestro voto, los garantes de este sistema de partidos, los valedores de este estado de derecho que jamás os defraudará y hará cuanto sea posible por restaurar el orden en tantas y tantas plazas de nuestro país.
Somos afortunados. Con buenos españoles como vosotros podemos sentirnos tranquilos y encarar plenos de optimismo, la ardua y necesaria tarea de regeneración económica encomendada por los mercados internacionales.

Firmado:
Vuestros sátrapas.



Pdta: Nunca creí demasiado es esa teoría de las dos españas, no llegaba a admitir que algo tan simple sirviera para dividir en dos mitades reconocibles algo tan complejo como eso que llamamos España.
Hoy he cambiado de opinión.
Esa España partida en dos sí que existe, y sus pedazos se distinguen ahora más que nunca.
De un lado los que contemplan estas imagenes sin más, satisfechos incluso... y del otro, aquellos a los que nos hierve la sangre.

jueves, 26 de mayo de 2011

BILBAO, TRIBUNAL, GRAN VÍA... LIBERTAD

Toda una vida a la sombra de la Puerta del Sol.
Esa Plaza con forma de abanico siempre ha sido un poco mía, la glorieta o el parque que todos tenemos a la vuelta de la esquina, ese lugar que ni es propio ni es ajeno, a medio camino entre nuestra casa y todo lo demás.
Pero desde hace una semana algo ha cambiado. La Puerta del Sol ya no está allí afuera, de buenas a primeras se ha convertido en la habitación del fondo, y los cincuenta metros que me separan de ella en un corto pasillo que ya recorro, sin vergüenza, en ropa de andar por casa.

Empiezo a preocuparme.

Otra vez me descubro deambulando entre un laberinto de tenderetes construidos con los restos de algún naufragio, entre jóvenes y no tan jóvenes, entre gente yendo y viniendo a la llamada de “se necesitan dos voluntarios en infraestructuras”.

Sigo caminando, sin tener la más remota idea de como he llegado allí, preguntando a un agotado desconocido si necesitan algo con urgencia. Apenas me presta atención, está sumido en lo profundo de un orden que no comprendo, hablando con cinco personas al tiempo, repensando una vez más sobre dónde deberían estar colocados los extintores, las enfermerías, los urinarios portátiles, los generadores de corriente, el lugar más adecuado en el que celebrar las asambleas...

He dado una vuelta completa a la plaza y sin quererlo he regresado a donde empecé. Estoy sudando.
El calor ha llegado para tomar lo que siempre fue suyo. Al fin y al cabo esta plaza es la representación de toda plaza Castellana, un silencioso secarral abrasado por el sol y sin el menor rastro de sombra.
Toldos, de lona, de plástico, las velas del barco encallado en medio de la plaza, retales de cualquier cosa y un entramado de hilos para darle forma.

“COMISIÓN DE DOCUMENTACIÓN” Leo en una cartulina blanca clavada a un poste. En el interior, seis metros cuadrados, cinco personas y ninguna sentada, cuatro ordenadores portátiles, tres estantes repletos de papeles, dos mesas repletas de todo, y un aviso rotulado en la pared de lona: “SI TE SIENTES IMPRESCINDIBLE, ES QUE HA LLEGADO EL MOMENTO DE MARCHARTE A CASA”

El ambiente se hace irrespirable, mis pulmones no están hechos para asumir semejante saturación de fraternidad y sentido común. Necesito de mi cotidiana mezquindad, del egoismo y la competitividad a la que ya estoy acostumbrado. Por eso huyo.

Ya fuera del campamento, en una calle cercana, me topo con un grupo de jóvenes sentados en el suelo que escuchan las palabras del único que está de pie.
Me acerco despacio, con la indiferencia del espía, se trata de una asamblea de la comisión de respeto.
Son los encargados de recordar las obligaciones y deberes que afectan a todo participante del movimiento.
Limpieza, cuidado del mobiliario urbano, eliminación de pintadas, así como evitar la exhibición de símbolos excluyentes o cualquier tipo de siglas que contradigan esa identidad "apartidista" que el movimiento proclama. Esta comisión es también la encargada de recordar la necesidad de no beber alcohol en la plaza, para que de ese modo no pueda utilizarse la legislación 'anti-botellón' como pretexto para una intervención policial.

En ese momento se comienza a debatir sobre la actitud a tomar con respecto a los carteristas que cada día, acuden al olor de la multitud.
Mientras contemplo asombrado el pelo de uno de aquellos muchachos (algo parecido al desastre resultante de una melena de estropajo malpeinada con la llama de un mechero) me asombro de la sensatez de un chico rubio que sugiere la posibilidad de retener al carterista y después llamar a la policía que patrulla por los alrededores de la plaza.
Unas manos abiertas se alzan en el aire sacudiendo los dedos en señal de aprobación. Otras se cruzan por las muñecas para todo lo contrario.
Un muchacho medio tumbado contra un escaparate rebate la propuesta argumentando que esos carteristas suelen reaccionar muy mal ante el contacto físico, y que eso podría derivar en una situación de violencia. Añade además, el relato de su propia experiencia durante esa misma mañana, y mientras lo hace, unos puños cerrados empiezan a girar sobre si mismos para que no se alargue demasiado.
Interviene entonces el chico del pelo calcinado para decir que todos olvidan algo importante. Que esos carteristas llevan muchos años en esa plaza, muchos más de los que ellos han vivido, y que por lo tanto no es del todo justo que se vean empujados fuera de su “territorio”
Añade además, que la suya, es la comisión de respeto y que por lo tanto, eso implica respetar e incitar el respeto hacia toda actividad y expresión no violenta. Continua diciendo que en realidad, su misión consiste, en hacer desaparecer la propia comisión de respeto por innecesaria, que entonces deberán pensar en crear la comisión de la comprensión, y finalmente la del amor, pero que el camino para conseguir todo eso no es emprender acciones que buscan nuestra protección preventiva ante un daño eventual porque eso conlleva a la necesidad de sentirse seguro, después a la de controlar, y a continuación a la de reprimir todo aquello que parezca inconveniente o sospechoso de serlo. Propone en cambio, que nada más ser detectado el primer carterista todos se pongan a silbar y se lleven la mano al bolsillo.
Una jovencita morena y bajita comienza a saltar puesta en pie, agitando en el aire sus manos, fue la primera, todos los demás alzaron también las suyas, y justo en ese preciso momento, conseguí tragar saliva.

Me marché a casa, desandando el corto pasillo que conducía hasta mi cama. Ya había tenido bastante de eso que creía no existir.

Si fuera más valiente no saldría nunca de ese maravilloso caos.
Si fuera menos cobarde lloraría de emoción.
Si como dice Sampedro, la libertad es una cometa que vuela gracias a esa cuerda atada al suelo que se llama responsabilidad, la Puerta del Sol es hoy una maraña de cometas y cuerdas, tan densa y palpitante como la vida misma, la de verdad.

sábado, 21 de mayo de 2011

VOTO A BRÍOS

Vaya por delante de mis furiosos truenos esta declaración de principios:
Nada está por encima de la libre elección, tenemos derecho a correr el riesgo de equivocarnos, esta es una verdad que debería estar escrita en cada pared y en letras de diez metros.
Es más, todos debemos permitirnos de vez en cuando el lujo de ser contradictorios, en mi humilde opinión, no hay mejor gimnasia que esa para conservar una mente sana durante muchos años.


Pero como suele ocurrir, no es bueno abusar de nada, ni siquiera de dicha gimnasia, pues pudiera ser que un exceso de contradicción nos terminara provocando un severo esguince cerebral.

Parece ser que la mayoría de nosotros comparte al menos una idea básica y primordial. Esta democracia necesita ser reiniciada.
Miles y miles de ciudadanos lo reclaman por toda España al grito de "¡Democracia real ya!"
Pero al mismo tiempo, y cada vez con más frecuencia, se dejan oír voces recordándonos que debemos votar (Zapatero dixit), que es un derecho sagrado (Rajoy dixit) y debemos incluso, ejercitarlo con alegría (Sabanés dixit).

Denunciamos la falsa democracia y al tiempo participamos en ella.
No me gusta el mus, quiero que juguemos al poker, y para convenceros canto las cuarenta.
Quiero que el Ku-Klux-Klan se disuelva, y para ello me visto de nazareno y clavo cruces ardiendo por las esquinas.
¿Soy yo? ¿Es que me he perdido algo?

Para los que me quieran creer debo informar de que este es un sistema diseñado para durar. Que la ley electoral blinda el bipartidismo y otorga a los partidos nacionalistas el papel corrector que (según el número de votos) debería tener la izquierda. Que esa izquierda ninguneada a la que le dejan jugar con un balón cuadrado, se rebela con la boca muy pequeña contra tamaña injusticia y acepta su papel de mamporrera con sumisión.
¿Cuántos carteles de IU has visto en tu barrio denunciando que necesitarían los votos de España y Francia al completo para conseguir una mayoría absoluta en unas elecciones generales?

El sistema es un sistema cerrado que no admite actualizaciones ni piezas ajenas a la marca, esa es su mejor defensa, la garantía de que nada ni nadie va a evitar que se perpetúe por los siglos de los siglos. .. a no ser que una nueva ley electoral se convierta en un peligroso puerto de entrada que de paso a nuevas reglas, a nuevos nombres, y a un nuevo software.
Hasta entonces, cualquier intento de participación no hará sino cebar al monstruo, cargarlo de legitimidad de cara a los millones que todavía dudan y no terminan de ver al rey desnudo.

Aún con todo, comprendo a los que habiéndose dejado la vida en la conquista del voto democrático, se resisten a no acudir a las urnas que tanto echaron de menos durante la dictadura. Para otras cosas yo también soy así de ñoño.

A ellos sólo les pediría que al menos eligieran la forma más inocua de participación en la farsa, porque como en todo, siempre existe un mal menor, y ese, a mi modo de ver es el voto nulo.

¿Qué se pretende con estas multitudinarias movilizaciones apartidistas? (que no apolíticas)
La protesta, el hacernos ver, el señalar a los culpables ante el mundo y dejar muy claro que estamos hartos de tantas y tantas cosas en una democracia que no es real. Para eso nos reunimos con otros, hasta formar multitud y así hacernos visíbles.
Estas elecciones deberían ser la continuación de ese mensaje, la traducción directa de lo que sentimos al manifestarnos en una plaza.

El voto en blanco limpia el camino a los grandes partidos de pequeños e indeseables rivales.

El voto nulo no tiene utilidad alguna para los partidos, pero engorda la participación de la que a buen seguro y tras los recuentos, presumirán los ufanos chicos del PPOE.

El voto a un partido, al que fuere, significa la aceptación de todo eso de lo que renegamos. De la exhibición de poder que ha supuesto la no retirada de las listas de ningún imputado. De la indigna actitud con que se han socializado las perdidas y se privatizan los beneficios. De sus pactos y amaños antinatura, de sus falsas promesas, de su incompetencia para solucionar problemas ajenos, y de la eficiencia con que resuelven los propios.
Esa podredumbre es lo que fermentará de nuevo a la sombra de cada voto.

Escuchad con atención a los líderes de los respectivos partidos, cuanto más deleznables y más alejados de la verdadera democracia, más os repetirán: "Votad" "Votad a quien sea, pero votad"
Toda una pista.

Sólo queda la abstención, la abstención que ya no es pasiva, la abstención que ya nadie podrá desligar de la protesta en la calle.
Levantarse de la mesa y pedir reglas y baraja nueva, y por supuesto, cargar la voz con un mensaje alto y claro:

Hemos descubierto una alternativa a eso de ganar o perder a vuestro juego...

No jugar.



Imagen: Elroto
Gracias Roto

jueves, 19 de mayo de 2011

MI QUERIDA INCERTIDUMBRE:

Ante todo, darte las gracias por estar ahí.
Eres la amiga que uno siempre quiso, la que aunque parezca haber marchado, siempre termina apareciendo de la nada.
A ti te debemos que cuando parecía todo perdido, surge lo impensable y ya nada es imposible. Siempre has sido así. Con ese gusto tan tuyo de trastocarlo todo y darle la vuelta al calcetín...

De súbditos adocenados, haces ciudadanos, del derrotado un invencible, y del más triste de los escenarios todo un espectáculo.
¿Cómo lo haces? Mejor no me lo digas, prefiero no saberlo.
Me conformo con que nos visites algo más a menudo, y no nos olvides. Estos no son tiempos para largas ausencias.
Aunque tengo la impresión de que aún te quedarás un tiempo entre nosotros.

Ya sé que no falta quién hable mal de ti recordando que a veces juegas malas pasadas, que en ocasiones terminas haciendo un pan con dos tortas, pero esta vez tengo un palpito. Presiento que sólo nos vas a dejar cosas buenas, cosas que recordaremos durante muchos años... y hasta puede que algún que otro milagro.

Tú sola y en tres días, has sido capaz de congregar a decenas de miles para exigir unos derechos que hace bien poco daban por perdidos, has hecho temblar a los que imponen su ley a sangre y porra, a los que olvidan a quién sirven. Has abierto los ojos y la imaginación de cientos de miles, les has librado del miedo, y solo acabas de llegar...

No pretendo abusar de ti, pero quédate un poco más. Al menos hasta que nos veamos con fuerzas para no volver atrás, hasta que esta dictadura de partidos quede definitivamente arrodillada, hasta que aterrorizados por tu presencia, abandonen sus cargos y permitan que personas de carne y hueso ocupen sus sillones.

De tu largo viaje a Islandia ya tuve noticias, se retrasaron las cartas, pero da lo mismo, al final, por un lado o por otro, siempre terminan llegando. Ya se sabe, las malas noticias vuelan, y las buenas tardan un poco más.

¿Pero adonde vas? ¡No te vayas!
¿Que te espera un tal Dominique Strauss-Kahn?
¿Que has de darle una buena sorpresa?
Bueno...
Está bien, si tú lo dices.
Pero prométeme que será una buena, al menos como la que nos has dejado aquí.
¡Vuelve pronto!
¿El domingo 22?
Estupendo... aquí te espero.




Imagen: http://www.thetimes.co.uk/tto/news/

miércoles, 18 de mayo de 2011

NO VOTAR ES TODO UN MENSAJE

Voto en blanco... voto nulo... voto a otros... ¿Voto a Bríos?

La red se ha inundado de esta oración piadosa, el nuevo dogma de fe que hay que aceptar para no caer en los infiernos, y yo, como cinturón negro en diablo declaro:

¡La abstención es, ahora más que nunca, una opción cargada de mensaje!
Sólo esos delincuentes que nos gobiernan y sus títeres pueden llegar a la conclusión de que una abstención es hoy un "todo me da igual".
Hace 20 años pudiera ser, ¿pero hoy a quién le importa eso? Abstenerse en estos días es la única manera de expresar la indignación.
Es el medio de hacer comprender a todos los partidos que las reglas han de cambiar, que el voto de cada uno es igual de importante, que queremos votar a personas y no a partidos, que no somos imbéciles de los que hay que cuidar y podemos dar nuestra opinión en alguna ocasión y no solo cada cuatro años...
No votar al PPOE no es suficiente, sus bisagras les hacen, y les harán, la mitad de toda esta política cavernaria que padecemos, votarles sería legitimar eternamente este injusto sistema y correr el riesgo de acentuar la perniciosa influencia nacionalista que siempre ha sido complice de los grandes partidos.
Veinte mil personas manifestándose en la Puerta del Sol son el complemento, el mensaje que nunca tuvo la opción de abstenerse, no les desperdiciemos.
Por primera vez, votar es una irresponsabilidad y abstenerse todo un compromiso...

No tengo más tiempo, me voy pitando a la Puerta del Sol, allí es donde se escribe la entrada más importante.

martes, 17 de mayo de 2011

CONTRA LOS ANTINOSOTROS



Sin agruparse con más de diecinueve personas, sin alzar la voz para no romper el orden público, sin entorpecer la circulación en la vía pública, sin megáfonos, sin tiendas, sin correr, sin saltar, y sin corear consignas que pudieran ofender a la autoridad... en ese remanso de libertades que ampara la actual ordenanza municipal, vamos a manifestarnos pacíficamente hoy martes 17 de Mayo a las ocho de la tarde en la Puerta del Sol de Madrid.

¿Los motivos?

Todos.



sábado, 14 de mayo de 2011

¡A LA CALLE! (o quédate en casa, vótales, y remacha tu cadena)

Es tiempo de maldiciones.
Por eso, y antes de que se me olvide, quiero dedicar mis más aviesas maldiciones y mis mejores insultos a todos aquellos medios de comunicación nacionales que durante estos días llenan sus espacios con falsas informaciones sobre lejanos conflictos y felices aventuras de todo tipo de animales de corral.
Mi desprecio eterno para todos ellos.

Es turno ahora para aquellos que, tan cercanos y tan lejanos a un tiempo, se reafirman cada año en su inveterada costumbre de criticar al contrario por el simple hecho de creerlo al otro lado del cristal.
Siempre tan seguros de sí mismos, siempre demócratas, y en un permanente alarde de economía en lo que a esfuerzo intelectual se refiere.

Son los que, no queriendo gastar tiempo y dinero en un apestoso gimnasio, prefieren agotar sus menguadas energías comentando la penúltima patochada del PP, o ahogando esa vocecilla que cada cuatro años les susurra al oído: "Otra vez a votar con la nariz tapada"
Son los que se suelen reunir al grito de "¡Que viene la derecha!" porque una vez convocado el conjuro y calmada la conciencia, todo vale.

"Hay que votar, y hay que votar a la izquierda" Repiten en sus horas más difíciles, justo cuando algún loco les sugiere la posibilidad remota de que esta democracia regalada no funcione como debiera, que lejos de recomponerse, camine por un túnel oscuro en el que a fuerza de adentrarnos distinguiremos una luz que se acerca, la luz de una veloz locomotora que llega para aplastarnos a todos.

Serán monárquicos (o Juancarlistas) por ser republicanos.

Clamarán por una educación pública, laica, y de calidad, pero se ocuparán de mantener a sus hijos bien alejados de cosa tan vulgar y los matricularán en un exclusivo colegio privado.

Se escandalizarán ante un juez que justifique una violación con un "Es que van provocando", y se mostrarán comprensivos con el que sólo "rechaza" y no condena el asesinato de un concejal con su hijo de la mano.

Acusarán apasionadamente a Aznar de ser complice del asesinato de un millón de personas en Irak, pero sufrirán un repentino ataque de amnesia al escuchar palabras como "Afganistán" o "Solana".

Y siempre, y bajo cualquier circunstancia, se indignarán ante la escandalosa lista de imputados incluidos en las listas de "los otros", de esa otra parte del partido (PPOE) que sí o sí, ganará todas las elecciones.

A vosotros, a los que sois así, a los irresponsables que sostenéis con vuestro miedo y vuestro voto un sistema injusto donde el abuso de poder y la impunidad son norma general, a vosotros os deseo, sinceramente, todo lo malo.

Y como prueba material, he aquí una extensa muestra del paño, de eso entre lo que se supone que debemos elegir porque somos libres.
¡No pasen por alto la calidad del género!
Estos dos son sólo un ejemplo de una lista interminable plagada de seres siniestros y mermados intelectuales elegidos a dedo, ansiosos por conservar su corralíto hasta la llegada de una dorada jubilación en brazos de algún agradecido grupo empresarial.





Para los demás, para los que estamos hartos de estar hartos, sólo queda lo de siempre, lo de Celaya:
¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo. No reniego de mi origen pero digo que seremos mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.




http://democraciarealya.es/

... SI BELLA E PERDUTA

Ocurrió el pasado doce de Marzo.
Uno de los muchos actos con que se celebra el ciento cincuenta aniversario de la unificación de Italia, el Nabucco de Verdi en el teatro de la Ópera de Roma, el Primer Ministro en el palco de honor, el alcalde de Roma en el escenario denunciando públicamente al gobierno, Ricardo Muti tomando el himno de unos pocos para convertirlo en el de todos... y un ruido de fondo que me resulta muy familiar.

Silvio Berlusconi es el Primer Ministro de Italia, líder del partido El pueblo de la Libertad, miembro destacado entre los encargados de perpetrar el definitivo asalto a la democracia europea y proceder a su derribo, tanto en lo económico y social, como en lo cultural.

Durante estos días de celebración nacional anda Don Silvio arropado con la bandera tricolor con tal de tomarse un respiro que le permita recomponer la figura ante sus críticos.
Su último cómplice, La Liga Norte, recurre por idénticas razones a un truco parecido, pero en este caso su nacionalismo es más local, más de andar por casa.
Al igual que aquí en España, parece que el truco empieza a funcionar, y muchos de los que se oponen al rancio nacionalismo de Don Silvio empiezan a mirar con buenos ojos a cualquier otro nacionalismo que se le oponga.
Y entre medias, el caos.

Gianni Alemanno, es el alcalde de Roma, miembro del partido gobernante y ex ministro del gobierno de Berlusconi. Justo antes del comienzo, Alemanno subió al escenario para denunciar los importantes recortes que el gobierno italiano aplicará en todo lo relativo a la cultura.

Ricardo Muti es un gran director de orquesta, y bajo su impecable dirección se interpretó el Nabucco de Verdi. Dicen los pocos afortunados que allí estuvieron, que aquello fue algo difícil de olvidar, imposible de describir... y muy barato. Ochenta y cinco euros por una entrada al teatro de la Ópera de Roma y una butaca con vistas al cielo.
Antes del concierto ya era toda una autoridad artística de fama mundial, pero a partir de ese doce de Marzo, Muti es algo más para los italianos, se ha convertido en otra cosa mucho más importante, en uno de esos hombres que ven sin abrir los ojos, una especie de vigía... eso podría ser.

Nabucco es una ópera en cuatro actos que supuso el primer éxito importante de Verdi, éxito que se debió tanto a las cualidades musicales de la obra, como a la asociación que se estableció entre la historia del pueblo israelí y las ambiciones nacionalistas de la época.
Ya al poco del estreno, el famoso coro de esclavos del tercer acto conocido como “Va pensiero”, se transformó en uno de los símbolos patrióticos que, mediado el siglo XIX, se solían enarbolar frente a la opresión extranjera de los Habsburgo.
Hoy lo ha retomado la Liga Norte para entonarlo mientras persiguen inmigrantes por las calles. (He de reconocer que sin ser santos, y sin tener mi devoción, los nacionalistas italianos tienen mejor gusto que los españoles)


No son precisos demasiados comentarios ante unas imágenes así.
Los rostros de todos los presentes hablan por sí solos de la indignación y del incontestable poder de la razón. (De todos los presentes, excepto Don Silvio, que seguramente y siguiendo sus más primarios instintos, se afanaba en escarbar bajo el suelo de su palco buscando cobijo)

Al final de la obra, el propio Muti se dirige a los asistentes y denuncia el intolerable atropello que las medidas del gobierno suponen para la cultura del país.
Es digna de señalar la elegante inteligencia con que Muti encaja un solitario y apasionado grito de "¡Viva Italia!". Un grito que procede de la oscuridad y que pretende convertir la exquisita protesta en simple nacionalismo de garrafón.
Midiendo cuidadosamente cada frase, Muti afirma estar de acuerdo con tal afirmación, pero no sólo en su sentido patriótico, sino en toda la extensión de esas dos palabras. Por eso declara que para que Italia viva y no muera, han de empezar a cambiar muchas cosas, y recuerda, que una gran parte de esa nación que algunos dicen amar, descansará siempre en manos de dicha cultura.

“... como un italiano que ha viajado extensamente por todo el mundo, me avergüenzo de lo que está sucediendo en mi país. Aceptaré la petición de interpretar "Va Pensiero" de nuevo. No es sólo por un sentimiento patriótico, sino porque esta noche, cuando yo dirigía el coro cantando "Oh, mi patria, hermosa y perdida," pensé que si todo continúa por este camino, vamos a matar esa parte de nosotros mismos sobre la que se construyó la historia de Italia. Y si eso sucediera, nosotros, nuestro país, se convertirá en eso, en algo hermoso y perdido"

El resto es pura emoción, compromiso también.
Coro y público como una sola voz y un solo sentimiento. Una nube de entradas cayendo sobre el patio de butacas con unas palabras escritas: “Muti presidente” “Muti Senador vitalicio”...
Los rostros de esos hombres y mujeres no son esta vez los de un artista satisfecho por un trabajo bien hecho, no son los de un público entregado, son los de hombres y mujeres dolidos y hastiados de tanta y tanta indignidad.




Vía: palamede92


¡Ve, pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda las orillas del Jordán
y las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y perdida!
¡Oh recuerdo tan caro y fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que hable del tiempo que fue!
Al igual que el destino de Sólima
Canta un aire de crudo lamento
que te inspire el Señor un aliento,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, la virtud!.


Tal vez esta sea la primera ocasión en que Silvio Berlusconi y ese mundo que tan bien representa se han visto enfrentados a la realidad, a esa incontestable realidad alejada de las cadenas de televisión y de periodistas agradecidos, de campañas publicitarias y encuestas amañadas.
A través de la música tuvo que ser, al fin y al cabo para eso la inventaron, para transmitir lo que las simples palabras no pueden abarcar.


Gracias Amelita

sábado, 7 de mayo de 2011

REQUETEPAGO


Vía: psoe

Entre dudas y balbuceos, hociquenado sin cesar gracias al peso de algún resto de conciencia, pensando dos y tres veces qué palabras utilizar, va este buen hombre llamado Ramón Luis Valcárcel (Presidente de la comunidad autónoma de la Región de Murcia desde 1995. Vicepresidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea desde febrero de 2010, y futuro presidente de este órgano a partir de 2012) y afirma que es necesario pagar por unos servicios que ya pagamos con nuestros impuestos.
Al parecer sus escasas luces no le alumbraron la palabra que tanto buscaba, no era copago, no señor. Esa no define exactamente lo que le pasaba por la cabeza en ese momento. Copago viene a significar el compartir el coste de una cosa entre dos partes. Su propuesta es otra cosa bien distinta. La palabra ansiada era... requetepago.

Es el penúltimo insulto a la inteligencia de los ciudadanos antes de las elecciones, sobre todo a la inteligencia de los que creemos en una sanidad y una educación pública y de calidad.

Lo que ocurre es que Don Ramón y todos los "Don Ramones" de este país (no todos están en el PP porque no cabrían) no necesitan de cosas tan vulgares como esas, ellos cobran unos sueldos y complementos que les elevan por encima de nuestras patéticas necesidades. Ellos disfrutan de una sanidad, de una educación privada y exclusiva que pueden permitirse pagar, por lo tanto... ¿qué sentido tiene tanta defensa de lo público?

Si, como en el caso de Islandia, me preguntaran sobre un nuevo artículo de una nueva constitución, no lo dudaría un instante:
"Todo cargo político llevará aparejada la obligación ineludible de renunciar para siempre al uso de cualquier servicio privado que esté cubierto por otro público."
De ese modo toda esa casta de innombrables se vería obligada a llevar a sus hijos a guarderías públicas, a colegios públicos y a hospitales públicos.
El efecto sería espectacular, nada como sentir en carne propia.

La verdad es que estuvo sembrado Don Ramón... pero fue nada comparado con lo que hizo pocos días después.

Ahí se mostró a pecho descubierto. Reculando como un manso, requetecalculando los efectos de su baladronada ante los medios, requetetemblando por sus votos perdidos, requetemintiendo, requeteridículizado, y requeteponiendo su mejor cara de requeté.


Vía: Europa Press



Y como todo no ha de ser vinagre... les dejo con un ejemplo.


Vía: MadridCas

domingo, 1 de mayo de 2011

APADRINA

¿Cómo resistirse a un mensaje como este?
Yo no he podido.
Cuando me encuentro con cosas así me vengo abajo.

Esta es una llamada desesperada de socorro que sin duda ablandará al más duro de los corazones.

Si algo queda en ti de eso que antaño llamaban piedad, tomarás partido. Así que busca asiento, respira hondo, y con la mano el corazón, lee y haz lo que debas.


"Apadrina un funcionario, por favor. Pero no a un funcionario de libre designación, cuyo único mérito consiste en la capacidad de mamoneo que destila por todos sus poros y por tener carné del partido; sino a un funcionario de oposición libre, de los que sacrificaron su tiempo y su ocio envueltos en toneladas de temarios y batiéndose el cobre con miles de aspirantes.

Apadrina un funcionario, por caridad. Pero que tenga “pedigrí” de mileurista, y de mileurista menos el cinco por ciento; no de los directivos públicos, que no dirigen nada –casi mejor así- y lo único público que conocen es el sueldazo que se meten entre pecho y espalda. Que sea funcionario anónimo y carne de cañón, perseguido por la sociedad por los graves crímenes que se le imputan por el simple hecho de tomar posesión del cargo; que no sea de aquéllos que consumen su tiempo en hacer marketing de los logros del político de turno, en gestionar su agenda del partido, y procurar que los amigos del pelotazo tengan asegurado su parte en el pastel de las contrataciones públicas.

Apadrina un funcionario, por lo que más quieras. Pero asegúrate que sea de los que han tardado décadas en ascender, a través de un infierno de pruebas internas y en inferioridad de condiciones, o de los que nunca han ascendido por no comulgar con ruedas de molino, por no avenirse a llevar a cabo actos contrarios a la ley, que es lo que más urticaria les crea a los políticos que gobiernan las instituciones. Asegúrate que no es de los funcionarios “de confianza”, que allanan el camino a las viles intenciones de corruptelas que envuelven a la degradada –y degradante- clase política de este país.

Apadrina un funcionario, por el amor de Dios. De esos que cada día, y casi a escondidas, cumplen con honradez y escrupulosidad su digno trabajo, a sabiendas de que nunca obtendrán reconocimiento ni de fuera ni de dentro, y que prefieren que no se sepa cuál es su profesión por temor al linchamiento, como si fuera un guardia civil –que por cierto, también son funcionarios- de servicio en el País Vasco, en tiempos pasados. No de esos otros que se vanaglorian de pertenecer a la élite del poder, como si ello elevara la dignidad social, cuando es justamente lo contrario: Por su existencia y acciones se condena a todo un colectivo.

Apadrina un funcionario, por tu madre. A un funcionario de los que se encuentran en peligro de extinción, de los que con su buen hacer consiguen que algo de las instituciones revierta de forma positiva en el conjunto de la sociedad, de los que todavía creen en lo que hacen, aunque lo tengan jodidamente difícil, en hospitales, en la seguridad de bienes y personas, en la atención a colectivos desfavorecidos, en la carretera, en la enseñanza –a pesar de la mierda de sistema educativo- o simplemente atenuando el fraude fiscal; y todo ello con merma de recursos retributivos, humanos y presupuestarios. No al funcionario colocado por la puerta de atrás, que actúa al margen de los intereses de los ciudadanos y con el único objetivo de fraguarse una rápida carrera –treping- de la mano del mayor cancer de la sociedad: los políticos sin vergüenza, ética, moral y, a cada vez más, incultos hasta extremos insultantes, que ponen a su disposición los dineros de todos para proyectos electoralistas de chicha y nabo.

Apadrina un funcionario, por la cuenta que te trae. Porque si entre todos contribuimos a defenestrar el único bastión de objetividad y modelo de servicio público que queda, la apestosa clase política habrá conseguido un objetivo en el que se emplea a fondo desde años: Tener una excusa para “privatizar” la gestión de todo lo público, huyendo de controles legales y sociales, y convirtiendo la administración pública en el holding de unas siglas –cada cual, las suyas- mantenido con los impuestos de los ciudadanos.

Apadrina, como otra forma de decir NO a esta calaña de estafadores con patente de Corso que constituye la clase política en este país."





Gracias Amelia