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sábado, 21 de enero de 2012

LA HORA DE CÁNDIDO (y Toxo)

Es muy importante eso de tener buena hora. La puntualidad es la condición primera de todo buen caballero que se precie... y para eso nada más necesario que un buen reloj.

Se puede afirmar sin temor a equivocarse que Cándido Méndez (28 de enero de 1952, Badajoz) ha sabido aprovechar el tiempo. Ingeniero técnico, especializado en química metalúrgica, afiliado a UGT y al PSOE en 1970, hoy ejerce como Secretario general del sindicato UGT. Un abnegado esfuerzo que se prolonga desde hace 18 años. Un sacrificio que por si fuera poco, ha venido acompañado con la presidencia entre 2003 y 2007 de la Confederación Europea de Sindicatos, con muchos años al frente de la secretaría provincial del sindicato en la provincia de Jaén y en 1986 la de en toda Andalucía. También fue diputado en el Parlamento andaluz y en el Congreso de los Diputados entre 1982 y 1986... ni un minuto que perder o descansando de tamaña responsabilidad en un trabajo "normal".

Cándido es así... un hombre de su tiempo.

Y es que ya pasaron los años del jersey de lana con cremallera y el bocadillo de panceta, hoy las cosas funcionan de otra manera, los líderes sindicales ya no necesitan esas actitudes demagógicas de antaño, ahora se trata de lo que se trata.

Dicen que hubo un tiempo en que el hombre fue libre, a pesar de las cadenas, a pesar de las rejas... hasta que lo ataron a la correa de un reloj.
Lo que nadie dijo nunca es que tuviera que ser con un reloj tan exclusivo como un Rolex Submariner de Acero y Oro, o un Raymond Weil, o un Maurice Lacroix... ataduras esclavizantes cuyo precio sobrepasa los 25.000 euros.
Una colección que sería la envidia del mismísimo presidente de la patronal, maquinas preciosas y precisas que ayudan a los hombres como Cándido a saber en qué tiempo vive. Tiempos de cambio.

Y es que si el compañero Méndez gusta de relojes de lujo, su paladar no se queda atrás.
Según la información publicada en la prensa su gusto por los restaurantes de postín tampoco conoce límites siendo por ello cliente asiduo de restaurantes tales como el Tse Yang, El Torreón, o el restaurante del Hotel Villamagna en la capital de España.

Y para seguir con los tiempos que vivimos, haremos una cosa. Pongamos junto a la figura de Cándido Mendez la de su homólogo en el otro sindicato mayoritario, Ignacio Fernández Toxo, el actual secretario general del sindicato Comisiones Obreras.

¿Que por qué hago esto? Pues muy fácil, porque es lo que hoy todos hacen para lavar la cara de un sinvergüenza, alargar el dedo hacia una lado y decir... "¡Sí, pero ese más!"

Hace poco menos de un año se conoció que a Ignacio Fernández Toxo, le fue concedido un ático de protección oficial a pesar del insignificante detalle de que sus ingresos triplican los ingresos anuales requeridos para optar a dicha concesión (gana 114.000 euros anuales, que se sepa). Gracias a semejante pastizal parece ser que puede permitirse caprichos como un viaje con su esposa en un lujoso crucero por el Báltico, cuyo precio ascendía a 2.400 euros por persona.
Al ser preguntado por el fantástico viaje, el líder de CCOO contestó a un reportero: "¿Y a ti qué te importa? No tengo que dar explicaciones de mi vida privada".

Once millones de españoles con unos ingresos inferiores a 300 € mensuales. La reforma laboral según la cuál los trabajadores con menos de 25 años regresan al siglo XIX. Subidas del IRPF. Rebajas en la indemnización por despido improcedente. Incesante aumento de la precariedad laboral. Un sueldo mínimo interprofesional más bajo que en Malta. Pensiones muy por debajo del umbral de la pobreza. Retrocesos de muchas décadas en los derechos de los trabajadores...

No puedo evitar acordarme de un hombre como Marcelino Camacho, fundador y primer secretario general de Comisiones Obreras, alguien que no era santo (ni falta que le hacía), pero sí un hombre honesto, alguien que con todo por medrar, eligió vivír más que modestamente en su viejo y diminuto piso de Carabanchel, leal a los demás y leal a sí mismo, un tipo atrasado, de otra época.

... pero Cándido y Toxo no, ellos van en hora, ellos van con los tiempos.




Imagen: teldedigital
Imagen: actub

10 comentarios:

  1. Son la representación de la banalidad. A veces, cuando he visto al Pujol ( y no me cae bien) siempre me he fijado que usa un boli Bic . Al menos tiene vista ¡

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  2. Pues ese detalle, sea de verdad o fingido, es al fin y al cabo una mínima muestra de respeto hacia los que le pagamos el sueldo. Ya nos conformaríamos con los gestos, con las promesas falsas... ni eso nos van a dar.

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  3. Al final, está demostrado que la tentación acaba ganando...

    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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  4. Hola Pérfida, yo la verdad es que ya dudo que gente tan podrida no lo tuviera todo planeado desde el princípio. Tomar la política como medio de vida, esa es la tendencia.

    Un beso
    Pelayo

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  5. Querido Pelayo, en mi época eran peritos , no se llevaba eso de ingeniero técnico. Yo creo que por ahí comienza el lío.

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    1. Pues claro que sí. De ahí que un perito y un manzanito no sean dos peritos, sino dos manzanitos...
      ¿Tendrá esta cita derechitos de autorcito? Mira que ya he tenido bastantes líos con la botella, y no quiero más)

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  6. Si el problema se solucionase viviendo "El aquí y el ahora"sería demasiado fácil...no creeis???

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  7. ¡Silencio insensata! ¡No sabes lo que dices! Vivir como si pudieramos morir mañana... eso sería la catastrofe, el acabose... viviríamos sin miedo, conscientes de que esto se acaba y no hay más (de esto)... ¿Tú te imaginas lo que pasaría? Un mundo sin tiempo que perder en envidias ni especulaciones, sin el temor al "qué dirán", donde se dé más valor a un abrazo que a un rolex de oro, a un beso más que a un "Manolo"... hombres y mujeres libres y vivos, completamente vivos... Eso si que seria el fin del mundo, de esta mierda de mundo al menos.

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  8. Sí, los sindicatos han pasado a ser parte del problema. Sería interesante saber qué porcentaje del presupuesto de UGT y de CCOO proviene de las cuotas de los trabajadores y qué porcentaje proviene de las arcas del estado. A lo mejor ello nos ayudaba a comprender por qué ambos han sido fagocitados por la monarquía bipartidista.

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  9. A falta de transparencia, dejémonos llevar por las leyes de la naturaleza. Si todo es proporcional...
    A día de hoy, ¿en qué porcentaje defienden los derechos de los trabajadores y en qué porcentaje forman parten del problema? Ahí lo tienes.

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