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sábado, 19 de enero de 2013

VOLVER A EMPEZAR




Lo bueno de las situaciones desesperadas es que casi nada de lo que hagas parece mala idea.

Ayer noche una multitud rodeó la sede del Partido Popular y razones no faltaban. Ese inmenso tumor que supone la corrupción política estallaba de nuevo, esta vez en forma de 22 millones de euros en cierta cuenta de un banco suizo.
  
Cada uno de esos millones representa otro monumento más a la ignominia, otro paso hacia ese lugar que nadie se atreve a llamar por su nombre, a señalarlo siquiera… eso que unos llaman vacío, renovación, caos, segunda (verdadera) transición, revolución, refundación… eso que ya no espera, eso que viene hacia nosotros.

Hoy se ha convocado una manifestación frente a las oficinas del PP… gran error de unos...  gran acierto de otros... porque mucho me temo que la fábrica de todos los "Barcenas" no está en la calle Ferraz... sino en La Carrera de San Gerónimo.

Nada peor en estos momentos que particularizar la protesta sobre la cara B de los autores del mayor latrocinio perpetrado en la historia reciente de España. Nada más dañino para los intereses de las víctimas y nada más conveniente para los ladrones, que entrar de nuevo en ese juego de tronos que tanto daño nos ha hecho.

Hartos de sus miserias, no nos hagamos miserables. Hartos de que nos engañen, no nos engañemos a nosotros mismos.

Casimiro Municio, uno de los últimos verdugos que allá por los años treinta, decía siempre a los condenados justo antes de darles fin: “No soy yo el que te mata, son ellos y tus pecados”

No es Luis Bárcenas el que roba, no es el Partido Popular el que roba, el responsable de todo esto no tiene cara, ni siglas, es un viejo entramado que se alimenta de impunidad y abuso de poder… eso, y el más imperdonable de nuestros pecados, el que cometimos al desentendernos y entregar la política en manos de estos mozos de mercados…

Lo que realmente nos mata no es el delito, sino la ineficiencia (la complicidad) de los que deberían pulsar los botones rojos… y por más que lo queramos esa red de alarmas no tiene su central en la calle Génova… ni en ningún otro lugar que no sea el Parlamento.

Aproximarse siquiera a ese perverso juego de volver a hacer distingos entre PP-PSOE es el mayor riesgo que podemos correr, es retroceder hasta donde estábamos hace un par de años, el billete de regreso a aquél zafio mundo en el que Zapatero era menos malo que Rajoy y Rajoy heredaba una catástrofe llamada Zapatero… en el que los sindicatos mayoritarios prometían una lucha encarnizada en contra de los recortes de derechos laborales… en el que al parecer nadie se suicidaba por estar arruinado… en el que un ERE siempre era noticia.

Rodear la sede del PP es rodear la realidad y pretender una verdad más amable y menos trágica, es fantasear con que habitamos un país normal donde solo unos cuantos se llenan los bolsillos con dinero público… es tanto como repetir apuesta en una vieja ruleta trucada con la vana esperanza de reventar la banca… en lugar de quemar el casino.

Sólo si queremos permitir que alguien encienda otra vez los focos, esos focos que alumbran únicamente una zona de la pista… ahora al payaso listo… ahora al payaso tonto… sólo si queremos eso… que nos traten como a niños, acudamos a las sedes de los partidos implicados en el último escándalo y démosles la oportunidad de recuperar la protección de sus fieles seguidores.

No dejo de oírlo…

Si guardo silencio, puedo escuchar ese característico sonido… el de alguien frotándose las manos, un sonido de antes, un sonido en stereo… llega desde las calles de Ferraz y Génova… allí se relamen ante la posibilidad de volver a lo de antes del diluvio… a la era del “y tú más”… cuando los niños querían tanto a papá como a mamá... mientras mamá se lo montaba con el señor del banco, y papá se lo gastaba en putas.




4 comentarios:

  1. Coincido con tu percepción. Hay que superar la lógica bipartidista que nos ha traído hasta aquí. Pero a la gente le cuesta después de tantos años entretenidos con el dichoso jueguecito.

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  2. Perros viejos no aprenden trucos nuevos...

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  3. Totalmente de acuerdo con tu planteamiento.Ya no se trata de izquierdas o derechas,entre otras cosas porque la izquierda ya no existe,se esfumó entre los efluvios del poder y la riqueza.Se trata más bien de buscar nuevos métodos,nuevos cauces para gobernarnos a nosotros mismos en este país tantos años mal gobernado.

    Saludos Pelayo.

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    1. Pues fíjate tú Jerónimo que durante un tiempo yo también creí eso mismo... ahora ya no, ahora estoy seguro de que la izquierda si existe... lo que pasa es que la tenemos sin usar... nuevecita y sin sacar de la caja...

      Abrazo

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