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miércoles, 18 de noviembre de 2015

DE COMO SE PASÓ DE BOMBARDEAR UN PAÍS PARA ENCONTRAR ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA QUE NO EXISTÍAN... A ENTREGAR ARMAS A LOS PSICÓPATAS QUE NOS ASESINAN.



Pues no va a ser verdad eso de que la letra con sangre entra... parece que no.

Las lecciones se suceden (son cada vez más cortas) y tras cada una de ellas, terminamos repitiendo la misma cantinela una y otra vez... derramamos las mismas lágrimas y la misma sangre, pero es para nada... o para poco más que olvidar lo aprendido y pedir segundo plato de mentiras recién sacadas del horno.

Lecciones que aprendimos siendo niños, que reaprendimos en la adolescencia... lecciones que si no leímos en los libros, nos contaron los sabios, nos confirmaron en el cine, y por si todo eso fuera poco, lecciones que de cuando en cuando se repiten machaconamente en el transcurso natural de los acontecimientos.

La historia de la humanidad, o para ser más precisos, la historia de las naciones que en ella han sido, no consiste en otra cosa más que en el repetido relato de un expolio y el inevitable asesinato en masa que le acompaña, en la repetida crónica de un asalto a mano armada sobre quien posee lo que otro ambiciona... en primera persona o a través de intermediarios... y por no sentirnos lo que somos, a esa miserable forma de existencia la hemos adornado con magníficas palabras como "conquista", "imperio", "colonización"...

Nada nuevo, es cierto... pero curiosamente, y al calor del último Telediario, los españoles damos por buenas, otra vez más, las mentiras de siempre... las viejas costumbres de siempre con sumisa aceptación... aceptamos rezar por los muertos y querer saber la nacionalidad de los asesinos, pero sin preguntar por la nacionalidad de sus armas... aceptamos asumir como algo natural que lo que empezó con un bombardeo de civiles para buscar unas armas de destrucción masiva que no existían, ha terminado en la venta de armas a quienes hoy nos matan... aceptamos dar por aceptable la información de unos medios que si antes obedecían a intereses privados, ahora se dedican ya sin complejos a la más pura propaganda de guerra... aceptamos conservar esa idiotizante ceguera que antes nos impedía diferenciar a un vasco de un etarra, y hoy no nos deja separar a un musulmán de un asesino del Daesh... aceptamos olvidar que si el llamado "Estado Islámico" se financia con petroleo, son "nuestras empresas insignia" las que les compran el crudo mientras nos acostumbramos a ver un Real Madrid-Barcelona con las palabras "Qatar" o "Fly Emirates" en sus camisetas... aceptamos ser parte de esa élite formada por muy pocos países en los que la gran mayoría de la población cree que la mano de Dios guía la evolución, donde casi la mitad piensa que el mundo fue creado hace unos pocos miles de años... aceptamos que las banderas de todas nuestras instituciones ondeen a media asta por los 120 asesinados de París, mientras que más de veinte mil españoles han corrido la misma suerte por el simple hecho de no poder pagar su tratamiento contra la hepatitis C.

Antaño nos bastaba con desembarcar en una costa africana, secuestrar a un determinado número de personas y posteriormente venderlas como ganado en cualquier lugar donde se pagara lo suficiente por sus cabezas (también a eso lo llamaron "Nuevo Orden Económico")... más tarde descubrimos que si algo así era posible, aprovechando la mano de obra esclava y dada nuestra evidente superioridad moral, lo más indicado sería robarles además sus recursos naturales. Y así lo hicimos, y así seguimos... legitimando con nuestra miserable condescendencia a las grandes corporaciones y multinacionales en su infinito e impune asalto, sobrellevando sus constantes ataques a nuestras libertades y derechos... consolándonos en la indemostrable y ruin suposición de que "otros habrá que estén peor que yo"

Con el tiempo el plan ha llegado a ser tan sencillo como eficiente. Si hay un recurso natural que pueda ser robado, se roba... pero no a la luz del día, y dejando ver la mano ante la opinión pública... sino, bajo el pretexto de extender la libertad y la democracia, proponer al caudillo de turno que abra las puertas del tesoro y se olvide de sus ciudadanos, a cambio del apoyo que todo tirano necesita para perpetuarse en el trono. De no ser así, el antes amable sátrapa pasará de la noche a la mañana a ocupar un puesto en la nueva actualización del "Eje del Mal" y por consiguiente la estabilidad política y militar de la zona comenzará a complicarse hasta hacer justa, necesaria e imprescindible una inmediata intervención militar a cargo de tropas internacionales.

En el gran libro de la mentira... otro capítulo ha comenzado... sin siquiera llegar a cerrar el anterior... ¿El nuevo botín? El de costumbre, el control y acceso al petroleo, el gas... ¿El nuevo monstruo imaginario a combatir? El Islam... ¿Los abnegados defensores de todo lo bueno y lo justo? Nosotros, por supuesto, siempre nosotros... los que escribimos el relato... y porque lo escribimos, algo habremos de hacer para que la tragedia parezca otra aún siendo la misma... bastará con cambiar unas pocas palabras... y cubrirlo todo de falsedades... de miedo... de sangre.

Sudamérica lo sufrió y aún lo sufre en sus carnes... África lo sufrió y aún lo sufre en sus carnes... Medio Oriente lo sufrió y lo sufre en sus carnes... y toda nación que posea un recurso natural digno del esfuerzo de ser robado recorrerá tarde o temprano el mismo camino.

Sólo por recordar lo más inmediato... donde decían "Irán"... ahora dicen "Siria"... donde decían "Talibanes" ahora dicen "Estado Islámico"... 

Curioso concepto para nombrar algo que no existe más que en nuestros telediarios y periódicos... exótico nombre con el que referirse a una simple mezcolanza de mercenarios, mafias locales, y psicóticos señores de la guerra que ejercen su natural actividad como mejor saben... centenarias estirpes de asesinos a sueldo que han tenido la suerte de encontrarse en el lugar adecuado y en  el momento preciso para disfrutar de una financiación, de unas redes de captación y unas fuentes de suministros que jamás soñaron. ¿Qué estado es ese que no posee territorio delimitado... ni instituciones... ni medios de producción... ni ciudadanos... ni documento fundacional alguno? ¿A qué obedece el concepto de "islámico" cuando sus preceptos son completamente opuestos a lo que el 99% de los practicantes interpreta como islam?

En esto sin embargo sí que hay algo nuevo... nunca antes se había podido construir en el imaginario colectivo un estado que no existe, un país inventado al que poder declarar una guerra... una guerra hecha de encargo y cortada a la medida que trae aparejadas todas las medidas y todos los recortes que este latrocinio mal llamado CRISIS tiene aún pendientes de ejecutar.

Ríos de dinero y montañas de material alimentan a esta horda que solo nosotros denominamos "Estado Islámico"  (ISIS, ISIL, IS o EI) mientras que en todo el entorno de Oriente Medio lo llaman "Daesh", acrónimo árabe (al-dawla al-islâmiyya fi l-'Irâq wa l-shâm, Estado islámico de Irak y Siria)... termino muy peyorativo que viene a significar "Bandido", "Criminal de baja estofa", o para ser más precisos, lo que nosotros entendemos por  "Macarra". Tan ofensivo les resulta el término que no son pocos los ejecutados por el simple hecho de pronunciar la palabra en público.

Y del mismo modo que no existe tal "Estado Islámico", tampoco existe la guerra que se supone libramos en su contra...









Estas son fotografías vía satélite realizadas muy recientemente de la ciudad de Raqqa, situada en el extremo norte de Siria, escenario de las ya famosas y frecuentes decapitaciones y fusilamientos de niños, el bastión principal desde enero de 2014 del Daesh que redecora cada semana sus plazas con las cabezas de los disidentes, el mayor punto de abastecimiento y logística de ese supuesto ejército de "rebeldes moderados" que ya fuera de control, imponen su propia ley entre una población completamente indefensa. Cientos y cientos de camiones de gran tonelaje a la espera de descargar todo tipo de material militar y sin el menor rastro de combate... sin las humaredas que los supuestos bombardeos dejan a su paso... sin marcas en el terreno... y con la carretera en perfectas condiciones.









Esto también es Raqqa... un lugar que más se asemeja a una ciudad residencial que a una zona de guerra... las fachadas impolutas... las calles incluso parecen recién barridas... y sin el menor rastro de bombardeos.








Incluso teniendo en cuenta la reciente y "firme respuesta militar" francesa a la masacre de París... ¿Dónde están esas imágenes de Raqqa asolada... dónde están las pruebas de tales ataques que deberían llenar las portadas de los periódicos de todo el mundo? ¿Cómo es posible que en medio de esa supuesta "guerra contra el terrorismo" un helicóptero Apache estadounidense escolte a un nuevo contingente de 200 vehículos armados del Daesh en su camino hacia la próxima carnicería?









¿Cómo es posible que en lo que se supone es el espacio aéreo más vigilado del planeta se realicen constantes lanzamientos de material sobre puntos muy concretos del territorio controlado por el Daesh?









Si no se trata de una intima colaboración con los grupos terroristas... ¿qué otra explicación cabe a las imágenes de unos campos de entrenamiento donde abunda el material utilizado por las fuerzas estadounidenses?









¿Cómo es que Abu Bakr al Baghdadi, el autoproclamado Califa del fantasmal Estado Islámico, el que según la prensa norteamericana es el hombre más peligroso del mundo, el heredero de Bin Laden, el terrorista presuntamente entrenado en los servicios secretos israelíes por el que se ofrece una recompensa de diez millones de dolares... fuera detenido por los norteamericanos, (según el Pentágono en 2004, y según el jefe de la prisión entre 2005-2007) sin que se haya abierto investigación ni proceso alguno?










¿Cómo es posible que pase un sólo día más sin que Francois Hollande sea procesado por colaboración con banda terrorista?









La realidad es que todo es otra gran farsa... la realidad es que directamente o a través de intermediarios, nuestros sociópatas electos están armando y financiando aún hoy (con la sangre del último crimen aún fresca) a bandas de asesinos sin conciencia que en los días pares combaten a un gobierno sirio que no cede a sus colonialistas pretensiones... y en los impares asesinan despiadadamente a cuantos se cruzan en su camino sin importar fronteras.









Mientras tanto, en Europa, las consecuencias de este baño de miedo y desinformación ya se dejan sentir. Lo que antes generaba solidaridad, hoy es fuente de recelo y desconfianza, la supuesta seguridad ha pasado a ser un valor en alza... las carreteras colmadas de desesperados refugiados han tomado aspecto de  amenazantes columnas invasoras. Todos hemos contemplado las impactantes imágenes del atentado de París, de aquellas personas arrastrándose por un callejón para salvar la vida, de los heridos suplicando ayuda, pero lo que no queremos imaginar es que alguien decidiera en ese preciso momento levantar un muro al final del callejón, y no queremos hacerlo porque entonces comprenderíamos lo que es ser un refugiado... una persona aterrada a la que se intenta hacer entender que no cabemos todos en el lado seguro de la calla... que los antidisturbios emplazados en lo alto de la valla tiene que cumplir las órdenes de disparar botes de humo y balas de goma contra todo aquél que no respete esta nueva ley... que los que les pasa les pasa por ir a bailar a tugurios a altas horas de la madrugada y en compañía de malas gentes... que tal vez haya terroristas entre ellos, que  pueden no ser todos trigo limpio, que han de ser comprensivos con las circunstancias, y que llegado el caso fatal, que no sufran... porque sabremos homenajearles como se merecen poniendo una banderita de Francia en nuestra foto de Faceboock... y que tal vez, y sólo si el protocolo lo permite, entonemos la Marsellesa a la salida del próximo partido de nuestro equipo de fútbol.

Así pues solo cabe una conclusión... los sociópatas electos, los terroristas y nuestro silencio forman parte del mismo bando, el de sus intereses, el de sus asuntos... y aunque lo parezca, no todo está perdido, podría ser mucho peor... podríamos no saberlo.